En 1561, Felipe II decide trasladar la capital del reino a Madrid por lo que la ciudad comienza a transformarse de villa medieval a ciudad moderna. El rey entendía que la manera de que el imperio se desarrollara era a través de la ciencia y el conocimiento y poder así perpetuar la hegemonía de los Austrias en todo el mundo. Consideraba que las innovaciones e inventos debían ser útiles y solucionar problemas concretos. Estas ponencias nos trasladaran a este Madrid, sede de la corte de los Austrias, y capital del saber de la época.
Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso.
Más informaciónCerrar